In the history of European art, few moments from classical antiquity have been depicted as frequently as the meeting of Alexander the Great and Diogenes the Cynic. Wikimedia Commons alone contains more than fifty artistic renderings of this apocryphal encounter between the young Macedonian king and the aging philosopher. The meeting is notable not only for the stark contrast between the two figures but also for the memorable exchange that took place between them.
Alexander, who had already conquered Greece and was on his way to world domination, was dressed in regal attire and accompanied by attendants when he visited Corinth, where Diogenes lived in his later years. The philosopher, on the other hand, lived in a barrel, rejected all the norms of civilized behavior, and was usually portrayed as unkempt and nearly naked. He had a reputation for urinating, defecating, and masturbating in public to show his contempt for society’s conventions.
Different versions of the story of their meeting are found in various ancient sources, but most agree that Alexander approached Diogenes and offered to do anything for him. Diogenes, who was enjoying the warmth of the autumn sun, replied, “Stand aside to stop blocking the sun.” This abrupt response, which showed his utter disregard for the power and prestige that Alexander craved, spawned the large number of artistic renderings that followed.
Despite Diogenes’ rudeness to Alexander, the young king was not displeased. Leaving, he remarked, “If I were not Alexander, I would want to be Diogenes.” Alexander’s attendants were incensed by Diogenes’ behavior, but the king himself seemed to appreciate the philosopher’s unconventional outlook on life.
Diogenes’ influence on ancient philosophy was enormous, and he was the founder of the Cynics, a school of thought that rejected wealth, pleasure, and social conventions in favor of a simple and honest life. The reason for the name Cynics is uncertain, but it likely comes from the location of the philosophic school in the Cynosarges area of Athens.
Despite their vastly different outlooks on life, Alexander and Diogenes died on the same day in 323 BCE. Their brief meeting was captured in a famous bas-relief sculpture by Pierre Puget from ca. 1680, now in the Louvre. Even today, the meeting between the conqueror and the philosopher serves as a reminder of the enduring appeal of unconventional wisdom and the importance of living an honest and authentic life.
If you’re interested in learning more about Diogenes the Cynic and his philosophy, I highly recommend reading “The Sayings of Diogenes” by Diogenes Laertius. This book is a compilation of the most famous sayings and anecdotes attributed to Diogenes, providing a fascinating glimpse into the life and teachings of this unconventional philosopher. Through his pithy and often humorous remarks, Diogenes challenges the conventional wisdom of his time and advocates for a simpler, more authentic way of living. Reading “The Sayings of Diogenes” is a great way to gain insight into the philosophy of the Cynics and to explore the timeless questions of what it means to live a good life.
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Diógenes y Alejandro Magno: Una Anécdota sobre El Poder y La Sabiduría.
En la historia del arte europeo, pocos momentos de la antigüedad clásica han sido representados con tanta frecuencia como el encuentro entre Alejandro Magno y Diógenes el Cínico. Solo en Wikimedia Commons hay más de cincuenta representaciones artísticas de este encuentro apócrifo entre el joven rey macedonio y el anciano filósofo. El encuentro es notable no solo por el marcado contraste entre las dos figuras, sino también por el memorable intercambio que tuvo lugar entre ellas.
Alejandro, quien ya había conquistado Grecia y estaba en camino de dominar el mundo, vestía con atuendos reales y estaba acompañado por asistentes cuando visitó Corinto, donde vivía Diógenes en sus últimos años. El filósofo, por otro lado, vivía en un barril, rechazaba todas las normas de comportamiento civilizado y solía ser representado como descuidado y casi desnudo. Tenía una reputación por orinar, defecar y masturbarse en público para mostrar su desprecio por las convenciones de la sociedad.
Se encuentran diferentes versiones de la historia de su encuentro en diversas fuentes antiguas, pero la mayoría coincide en que Alejandro se acercó a Diógenes y se ofreció a hacer cualquier cosa por él. Diógenes, quien estaba disfrutando del calor del sol de otoño, respondió: “Apártate para que dejes de bloquear el sol”. Esta respuesta abrupta, que mostró su completo desprecio por el poder y el prestigio que Alejandro anhelaba, generó la gran cantidad de representaciones artísticas que le siguieron.
A pesar de la rudeza de Diógenes hacia Alejandro, el joven rey no estaba disgustado. Al partir, comentó: “Si no fuera Alejandro, querría ser Diógenes”. Los asistentes de Alejandro estaban indignados por el comportamiento de Diógenes, pero el rey parecía apreciar la perspectiva no convencional del filósofo sobre la vida.
La influencia de Diógenes en la filosofía antigua fue enorme, y fue el fundador de los cínicos, una escuela de pensamiento que rechazaba la riqueza, el placer y las convenciones sociales en favor de una vida simple y honesta. La razón del nombre de los cínicos es incierta, pero probablemente proviene de la ubicación de la escuela filosófica en el área de Cinosarges en Atenas.
A pesar de sus perspectivas de vida muy diferentes, Alejandro y Diógenes murieron el mismo día en el 323 a.C. Su breve encuentro fue capturado en una famosa escultura en relieve de Pierre Puget, de alrededor de 1680, que ahora se encuentra en el Louvre. Incluso hoy, el encuentro entre el conquistador y el filósofo sirve como un recordatorio del atractivo duradero de la sabiduría no convencional y la importancia de vivir una vida honesta y auténtica.
Si estás interesado en aprender más sobre Diógenes el Cínico y su filosofía, te recomiendo encarecidamente que leas “Los Dichos de Diógenes” de Diógenes Laercio. Este libro es una recopilación de los dichos y anécdotas más famosos atribuidos a Diógenes, proporcionando una fascinante visión de la vida y enseñanzas de este filósofo poco convencional. A través de sus comentarios ingeniosos y a menudo humorísticos, Diógenes desafía la sabiduría convencional de su época y aboga por un modo de vida más simple y auténtico. Leer “Los dichos de Diógenes” es una excelente manera de obtener una visión de la filosofía de los cínicos y de explorar las preguntas eternas sobre lo que significa vivir una vida buena.
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